¿Quién puede resistirse a un tour para ver ballenas jorobadas, animales majestuosos que pesan más de 30 toneladas, saltando y tirando aletazos en el mar? Solo en el 2016 más de seis mil turistas se embarcaron para ver ballenas jorobadas y delfines frente a Los Órganos, en Piura.
Las ballenas y los delfines son cetáceos. En el área entre Cabo Blanco y Cancas, en el norte del Perú se han registrado 13 de las 30 especies de cetáceos que transitan por el Mar Peruano. El turismo sostenible y responsable basado en el avistamiento de ballenas, tiene el potencial de generar fuentes de trabajo y ayudar a generar mayor conciencia para la protección de las ballenas. Pero si no se da con las condiciones adecuadas, puede contribuir a aumentar el nivel de estrés y ser una amenaza más para su vida.
Reto
Lograr que el Gobierno, las empresas privadas y otros involucrados tomen medidas para el avistamiento responsable de ballenas de manera tal que no ponga en riesgo a estas especies y sigan generando un impacto positivo como herramienta fundamental de educación ambiental.
Autoridades involucradas
Propuesta
¿Por qué es importante?
El avistamiento responsable de ballenas permitirá:
- Reducir el estrés en las ballenas y cetáceos
- Reducir las posibilidades de colisiones entre embarcaciones y ballenas
- Mayor seguridad para los tripulantes
Datos
De las 25 especies de ballenas que están en el Apéndice I de la Convención Internacional sobre el Comercio de Fauna Silvestre (CITES), debido a su grado de amenaza, 9 pueden encontrarse en nuestro país. 3 de las especies presentes en Perú se encuentran en Peligro y una en situación Vulnerable según la UICN. Por ello, el Perú tiene una gran responsabilidad respecto a su protección.